NO BASTA CON LA HUELGA DE MÓVILES

No basta con la huelga de móviles caídos del día 6. 

Equipo de free-news.org   

Los consumidores somos quienes tenemos el poder, sólo necesitamos decidirnos a ejercerlo. ¿Cómo?Si no estamos de acuerdo con la respuesta de las compañías de telefonía móvil a la aplicación de la ley que las obliga tarifar por segundos… pues vayamos más allá.Ejerzamos nuestro poder, ya no en una huelga aislada de un solo día, sino también en el control permanente de nuestros hábitos en el uso del teléfono móvil.Observemos cómo las compañías de telefonía móvil orientan su estrategia comercial y su publicidad hacia promociones destinadas a “educarnos” en un uso cada vez más dependiente del teléfono móvil, en detrimento del teléfono fijo y del correo electrónico.Pero cada uno de nosotros tiene el poder de poner los límites que consideremos oportunos al uso indiscriminado de las tecnologías que, contrariamente a lo que pregonan las compañías de telefonía móvil, nos quitan LIBERTAD haciéndonos cada vez más dependientes de ellas.Proponemos métodos flexibles de auto-re-educación de los consumidores que, si los divulgamos y los implantamos, van a poner en jaque real a estas compañías.Si queremos ahorrar mucho dinero en telefonía, antes de hacer una llamada desde nuestro teléfono móvil, deberíamos hacernos estas dos simples preguntas:

1. ¿El motivo por el que voy a hacer esta llamada ahora, exige necesariamente hacerla ahora mismo por el móvil? O puedo esperar unas horas y hacerla de fijo a fijo.
2. ¿El motivo por el que voy a enviar este SMS ahora, exige necesariamente hacerlo ahora mismo por el móvil? O puedo comunicarme con el destinatario a través del correo electrónico o con una llamada de fijo a fijo.

Luego hay otro aspecto general muy importante que es: ¿Quién va a decidir el uso que le voy a dar a mi teléfono móvil? ¿Lo van a decidir las compañías? ¿O lo voy a decidir yo? Si lo decidimos nosotros, entonces debemos empezar por decidir si nos interesa tener un teléfono móvil. No demos nada por supuesto. Primero lo pensamos y luego lo decidimos. ¿Para qué queremos un teléfono móvil? Ya nos hemos contestado esta pregunta y quizá hemos decidido poseer un teléfono móvil. Pero… ¿queremos que tenga cámara incorporada? ¿queremos que tenga 3G? ¿Queremos que pueda conectarse a Internet? A cada una de estas preguntas hay que añadir un ¿Porqué? y, sobretodo, ¿a que precio?. También hay que pensar y decidir si lo vamos a usar para estar localizables o si lo vamos a tener apagado y lo vamos a usar básicamente para llamar nosotros. ¿Vamos a necesitar tener activado el buzón de voz (el contestador del móvil)? Si usamos el móvil para estar localizables y nos llaman al móvil, podemos responder y no necesitamos el buzón de voz. Si lo usamos para llamar nosotros y luego lo apagamos, puede que tampoco necesitemos el buzón de voz. Si disponemos de un teléfono fijo en nuestro domicilio, es mucho más lógico usar el contestador de casa para quien nos haya buscado y no nos haya encontrado. Es mas lógico desde el punto de vista económico. Si tenemos conectado el buzón de voz, cada vez que se pone en marcha por una llamada, estamos obligando a quien nos llama a pagar una llamada a un móvil sin haber podido hablar directamente con nosotros. Es poco considerado por nuestra parte. Las compañías dejaron de cobrarnos por escuchar los mensajes como estrategia para que la gente se activara los buzones de voz. No son tontos. Puede que esta opción sea útil a profesionales que, por su trabajo, necesiten acceder en el menor tiempo posible a los mensajes de las llamadas recibidas que no hayan podido ser atendidas. Pero la mayoría de la gente no tenemos esta necesidad, aunque las compañías pretendan convencernos de que la tenemos, porque si no “no somos libres”. Otra cuestión muy importante es: Cuando alguien nos pide nuestro teléfono, ¿es necesario darle el móvil? o es suficiente si le damos el fijo. Esta pregunta es clave. Si no damos el móvil, estamos restringiendo drásticamente el uso de esta tecnología. Pero, si es necesario darlo, será bueno darlo junto con el fijo. Esto dará la oportunidad a quien se lo demos de elegir si necesita comunicarse urgentemente a través del móvil, o si prefiere hacerlo al fijo en el horario en que estemos en casa. Y ahora viene una cuestión de peso de verdad. Para quienes nos preocupa mínimamente nuestra salud, sabemos que esta tecnología funciona con microondas que son perjudiciales para nuestro cerebro. Y esto ya no es una cuestión económica sino algo mucho más importante. La compañías han logrado implantar una tecnología que nos está machacando fuertemente a pesar de que los gobiernos de los países “civilizados” intentan “sobreproteger” a la población con prohibiciones o restricciones sobre el tabaco y el alcohol, o con regulaciones fuertemente restrictivas en el área del tráfico con modificaciones altamente limitativas en el código de la circulación. En algunos países se está intentando prohibir que los niños lleven móvil a la escuela. Y son los padres quienes no están de acuerdo porque han sido manipulados con el MIEDO. Los seres humanos tenemos la capacidad de tomar decisiones basadas en nuestro discernimiento. Y esto nos da un enorme poder. Pero las multinacionales no quieren que lo ejerzamos. Por esto nos bombardean con publicidad engañosa y con tecnologías diseñadas para uniformar nuestras mentes y llenar sus bolsillos. Y cada uno de nosotros tiene la libertad de permitirles modificar nuestra conducta o no. Resumiendo, si restringimos el uso del teléfono móvil a las ocasiones donde la urgencia de la comunicación así lo exija, vamos a ahorrar mucho , mucho dinero . Antes de la existencia del teléfono móvil no teníamos ni siquiera esa posibilidad, la de su uso para casos de emergencias y, no obstante, nuestra existencia era, cuanto menos, igual de plena y llena de felicidad que la que podemos tener ahora. Hoy en día, el hecho de que tengamos nuevas tecnologías a nuestro alcance no implica que tengamos la obligación de usarlas necesariamente, ni mucho menos indiscriminadamente. Tenemos la libertad de elegir, siempre atentos a las trampas que nos tiende el mundo global actual.Equipo de free-news.org

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